La información es un activo fundamental en las empresas. Si la información de clientes, proveedores, proyectos, financiera se viera comprometida, sería un grave problema para la empresa.

¿Qué es una fuga de información?

Una fuga de información es la divulgación no autorizada de datos sensibles o confidenciales de una empresa. Ésta puede tener consecuencias graves para la compañía y no solo económicas, sino también reputacionales y legales.

Por ello, es de vital importancia que las empresas hagan todo lo posible para prevenir las fugas de información y para saber actuar en caso de que ocurran.

Causas de una fuga de información

Existen diversas causas que provocan una fuga de información de la empresa. Debido al uso constante de los datos y el avance de la digitalización y los dispositivos digitales, este tipo de incidentes son más propensos a ocurrir.

Se pueden dar errores humanos, vulnerabilidades en los sistemas, ciberataques, filtraciones intencionadas, entre otras muchas situaciones.

Las fugas de información se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • Desde dentro de forma accidental: por descuido o desconocimiento de un empleado. Esto se denomina insider negligente.
  • Desde dentro de forma intencionada: por un empleado descontento que quiere hacer daño a la organización. Se denomina insider malicioso.
  • Por vulnerabilidades de seguridad: las brechas de seguridad pueden implicar que los ciberdelincuentes las aprovechen para su propio beneficio.
  • Por ataques de ingeniería social: por campañas de phishing, smishing, vishing, con las que los ciberdelincuentes pretenden hacerse con la información de la empresa.

Cómo prevenir las fugas de información

Para prevenir la fuga de información se deben tomar ciertas medidas en la empresa. Por ello, os comentamos las siguientes recomendaciones:

En primer lugar, es de gran importancia la concienciación de todos los trabajadores, para que no se den fugas de información por un descuido o desconocimiento de éstos. Deben estar formados para identificar y evitar amenazas y minimizar los riesgos.

Por otro lado, se deben establecer políticas de seguridad para el uso de la información y se debe reforzar la gestión de accesos para evitar que los usuarios tengan acceso a información sin estar autorizados.

Otro punto importante es la seguridad física, ya que los ciberdelincuentes podrían aprovechar un descuido para acceder a los dispositivos con información confidencial.

Además, se deben mantener los sistemas actualizados para evitar vulnerabilidades y se recomienda realizar auditorías y monitoreo de forma constante.

Por último, si la empresa tiene mayores recursos económicos, puede aplicar medidas como soluciones de prevención de pérdida de datos.