En este artículo hablaremos sobre la importancia de tomar un enfoque proactivo en la organización para garantizar su seguridad.

Es necesario tomar medidas para mejorar la seguridad de la empresa y proteger sus datos. Existen dos enfoques de protección que se pueden llevar a cabo en las empresas, el reactivo, que es el más común; y el proactivo, que es el que vamos a explicar a continuación.

¿Qué es un enfoque proactivo?

Tomar un enfoque proactivo en cuanto a la seguridad de la empresa consiste en prevenir los incidentes. Es decir, se trata de identificar los riesgos o vulnerabilidades que existan en el sistema antes de que los ciberdelincuentes los utilicen para lanzar un ciberataque.

Existen diversas técnicas para una seguridad proactiva:

  • Hacking ético o pentesting: esta técnica consiste en llevar a cabo un ataque controlado a la propia empresa para detectar posibles brechas de seguridad y vulnerabilidades.
  • Modelo Zero Trust: este modelo, del cual hemos hablado en otro post del blog, consiste, como su nombre indica, en otorgar “cero confianza” a todos los usuarios. Esto permite adelantarse a cualquier intento de intrusión en el sistema.
  • Data Loss Prevention (DLP): gracias a un sistema DLP, se podrá identificar la información sensible de la empresa y, con ello, se podrá impedir la fuga de datos.
  • Protección de endpoints: esta técnica es muy utilizada actualmente para mejorar la seguridad proactiva, ya que el número de ciberataques recibidos a través de dispositivos es cada vez mayor.
  • Ciberinteligencia: se utiliza la inteligencia de fuentes abiertas (OSINT) para obtener información útil para la empresa.
  • Threat hunting: se trata de buscar amenazas en la red de la empresa a través de herramientas automatizadas o modelos manuales.
  • Concienciación y formación en ciberseguridad: otra medida importante es la concienciación en ciberseguridad, que consiste en formar a los empleados en estos temas para que no supongan un riesgo para la empresa.

Gracias a estas técnicas, se promueve la seguridad proactiva en las empresas y, además, se produce un ahorro en costes y tiempo al identificar amenazas y vulnerabilidades en los sistemas de la empresa.

¿Qué es un enfoque reactivo?

En cuanto a la seguridad desde un enfoque reactivo, ésta consiste en tomar medidas para mejorar las defensas de la empresa ante ciberataques. También se pueden identificar las defensas que ya han sido vulneradas.

Existen algunas técnicas para llevar a cabo con este enfoque reactivo. La primera es actualizar todos los sistemas, especialmente las herramientas de defensa como el antivirus y el cortafuegos.

También es necesario contar con una política de contingencia y continuidad de negocio, por si fallan las herramientas anteriores. Esta política debe incluir las acciones necesarias para recuperar o disminuir las consecuencias de un incidente.

El principal inconveniente de la seguridad reactiva es que no puede detectar de forma inmediata posibles amenazas ni llega a identificar las amenazas más invisibles a los sistemas de información de la empresa.

Por ello, es necesario adelantarse a las ciberamenazas y la mejor manera de hacerlo es con un enfoque proactivo.