Una de las principales preocupaciones que tienen las empresas hoy en día es la pérdida de datos, por ello, es fundamental que todas ellas, independientemente del sector, sean capaces de proteger toda aquella esa información confidencial.

La protección de datos genera beneficios en la empresa, para ello, se deben seguir una serie de pasos que ayuden a evitar filtraciones o ataques cibernéticos que puedan dañar la imagen de la empresa o su economía.

En primer lugar, hay que saber dónde se encuentran los datos, es decir, dónde se almacenan. La mayoría de las empresas usan diferentes tipos de medios como pueden ser discos locales o la nube, entre otros.

El segundo paso es, crear políticas de seguridad que limiten el acceso a los datos particulares, de esta forma se minimiza el riesgo del error humano. Además, se debe reforzar la seguridad de la red. Un software antivirus o un firewall no es suficiente, deben estar actualizados constantemente, ya que, hoy en día, surgen ataques cibernéticos cada vez más sofisticados.

Tener un antivirus actualizado permite que se detecten riesgos y puedan actuar antes de que la empresa sea hackeada. Otro de los pasos fundamentales es la monitorización y el informe sobre el ciclo de vida de los datos.

La empresa debe identificar qué datos son importantes y durante cuánto tiempo tienen que protegerlos. Del mismo modo, aquellos que han quedado obsoletos deben ser destruidos de la forma más segura, ya que, también pueden ser robados.

El último paso, y uno de los más trascendentes, es la educación y formación de todos los empleados para la protección de la empresa. En muchos casos, los trabajadores no son conscientes de los riesgos a los que pueden estar expuestos cuando navegan por Internet. La buena formación dentro de la empresa garantiza que los ciberataques debido al error humano se minimicen.

Para ello, deben conocer todos riesgos, saber cómo frenarlos y cómo actuar ante un posible ataque. A pesar de que el error humano nunca será erradicado debido a que todas las personas cometen fallos, la empresa debe limitar el daño que se causa debido a ésto.

Por último, las empresas necesitan un enfoque proactivo para la seguridad de sus datos. Hay que monitorizar proactivamente los flujos de datos para eliminar las brechas que pueden producirse y resultar muy costosas.

La empresa no debe esperar un error para poder solucionarlo, sino anticiparse a él y frenarlo de la mejor forma posible, causando los daños mínimos.